Ayer el gobierno anunció una moratoria de dos años para las familias “en apuros” que hayan suscrito una hipoteca inferior a 170.000 euros. Esta nueva medida puede reducir hasta un 50% la cuota mensual en el pago de la hipoteca durante los próximos dos años. El 50% restante será aplazado con el aval del ICO y deberá ser devuelto prorrateado tras los dos años de moratoria.
Desde VdeVivienda queremos denunciar que:
En primer lugar, esta medida deja fuera a las familias de menores ingresos que en los últimos años habían suscrito hipotecas por el 100% del valor del piso; una cantidad, como es sabido, muy superior a los 170.000 euros, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona. Y esto significa que muchas de las familias con más dificultades quedarán excluidas de la moratoria.
En segundo lugar, esta moratoria no supone en ningún caso una reducción de la deuda pendiente. Sino que significa un balón de oxígeno con vencimiento a dos años, para luego volver a ahogar a las familias con una deuda todavía más asfixiante. Pan para hoy y hambre para mañana. Es decir, tomemos como ejemplo una cuota mensual actual de 1000 euros. Con la moratoria, la persona en paro pasaría a pagar 500 euros al mes durante dos años, pero finalizado este plazo pasaría a pagar de nuevo 1000 euros, más las cantidades aplazadas prorrateadas durante los siguientes diez años (unos 97 euros al mes), más los intereses de esas cantidades aplazadas. Así, si bien es cierto que esta medida puede suponer una ayuda puntual en ciertos casos, en ningún caso resuelve el problema de las centenares de miles de subprime españolas, ya que la moratoria se reduce a una burda refinanciación de la deuda, cuyo resultado último es que el banco cobrará aún más por la hipoteca.
En tercer lugar este aplazamiento de las cuotas se hará avalado por el ICO. Esto sólo significa que, tras los dos años de moratoria, si la persona no puede hacer frente al pago de la hipoteca, el Estado, con dinero público, garantiza al banco el cobro de las cantidades aplazadas. Esta nueva maniobra política, más que estar pensada para aligerar la carga hipotecaria de las familias, es un mecanismo pensado sobre todo para aligerar la cuenta de provisiones de los bancos y atajar de inmediato el incremento de la morosidad que amenaza con recortar sus astronómicos beneficios. Lo que realmente se persigue es sostener y reflotar la industria del ladrillo, haciendo que la gente pueda pagar como sea las hipotecas de unos pisos sobrevalorados, manteniendo así el negocio de la banca y los precios desorbitados de la vivienda.
No podemos sino concluir que las supuestas ayudas a los ciudadanos encubren una vez más la asistencia del Estado al sector bancario.Y todo ello después de haber anunciado una inyección de 50.000 millones de euros a la banca a costa del erario público y 100.000 millones para avalar la deuda de las entidades financieras, sin condición alguna más que reanimar la concesión de créditos (para que la banca siga ganando aún más dinero). Acciones que por otro lado sólo pretenden seguir alimentando la burbuja finaciera y que suponen la paradoja de entregar recursos a aquellos cuyas recetas nos han llevado a la crisis. Algo parecido a poner la zorra a guardar las gallinas.
Si una hipoteca es un contrato firmado libremente por dos partes, ¿por qué España es de los pocos países del mundo en el que el banco siempre gana, imponiendo cláusulas abusivas y sin asumir la parte de riesgo que le corresponde? Incluso en EEUU, cuando alguien no puede pagar la hipoteca, puede devolver las llaves al banco y liquidar así su deuda: ¿por qué en España el banco puede subastar el piso por un precio inferior al de la deuda, desahuciar a la familia que no puede afrontar el pago, y encima seguir cobrando a esta familia la deuda restante? ¿Por qué no se regula de una vez el mercado hipotecario para que esto no vuelva a pasar nunca más? ¿Por qué no se obliga a la banca a renegociar la deuda y renunciar a parte de sus intereses? ¿Por qué no hacer asumir a los bancos la crisis que ellos mismos han creado concediendo hipotecas impagables?
VdeVivienda considera inaceptable que el gobierno insista en proponer medidas y ayudas que benefician al sector inmobiliario y a la banca. Y sobre todo VdeVivienda exige cambiar de una vez por todas este modelo basado en hacer de las necesidades y derechos fundamentales un negocio. Un modelo que, no lo olvidemos, nos ha llevado a la crisis actual. Por ello VdeVivienda se sumará a la convocatoria que, bajo el lema “que la crisis la paguen los bancos”, se ha convocado para el próximo 15 de noviembre a las 17h en las principales plazas de todas las ciudades del estado español. En Barcelona, nos vemos en plaza Catalunya!
Desde VdeVivienda queremos denunciar que:
En primer lugar, esta medida deja fuera a las familias de menores ingresos que en los últimos años habían suscrito hipotecas por el 100% del valor del piso; una cantidad, como es sabido, muy superior a los 170.000 euros, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona. Y esto significa que muchas de las familias con más dificultades quedarán excluidas de la moratoria.
En segundo lugar, esta moratoria no supone en ningún caso una reducción de la deuda pendiente. Sino que significa un balón de oxígeno con vencimiento a dos años, para luego volver a ahogar a las familias con una deuda todavía más asfixiante. Pan para hoy y hambre para mañana. Es decir, tomemos como ejemplo una cuota mensual actual de 1000 euros. Con la moratoria, la persona en paro pasaría a pagar 500 euros al mes durante dos años, pero finalizado este plazo pasaría a pagar de nuevo 1000 euros, más las cantidades aplazadas prorrateadas durante los siguientes diez años (unos 97 euros al mes), más los intereses de esas cantidades aplazadas. Así, si bien es cierto que esta medida puede suponer una ayuda puntual en ciertos casos, en ningún caso resuelve el problema de las centenares de miles de subprime españolas, ya que la moratoria se reduce a una burda refinanciación de la deuda, cuyo resultado último es que el banco cobrará aún más por la hipoteca.
En tercer lugar este aplazamiento de las cuotas se hará avalado por el ICO. Esto sólo significa que, tras los dos años de moratoria, si la persona no puede hacer frente al pago de la hipoteca, el Estado, con dinero público, garantiza al banco el cobro de las cantidades aplazadas. Esta nueva maniobra política, más que estar pensada para aligerar la carga hipotecaria de las familias, es un mecanismo pensado sobre todo para aligerar la cuenta de provisiones de los bancos y atajar de inmediato el incremento de la morosidad que amenaza con recortar sus astronómicos beneficios. Lo que realmente se persigue es sostener y reflotar la industria del ladrillo, haciendo que la gente pueda pagar como sea las hipotecas de unos pisos sobrevalorados, manteniendo así el negocio de la banca y los precios desorbitados de la vivienda.
No podemos sino concluir que las supuestas ayudas a los ciudadanos encubren una vez más la asistencia del Estado al sector bancario.Y todo ello después de haber anunciado una inyección de 50.000 millones de euros a la banca a costa del erario público y 100.000 millones para avalar la deuda de las entidades financieras, sin condición alguna más que reanimar la concesión de créditos (para que la banca siga ganando aún más dinero). Acciones que por otro lado sólo pretenden seguir alimentando la burbuja finaciera y que suponen la paradoja de entregar recursos a aquellos cuyas recetas nos han llevado a la crisis. Algo parecido a poner la zorra a guardar las gallinas.
Si una hipoteca es un contrato firmado libremente por dos partes, ¿por qué España es de los pocos países del mundo en el que el banco siempre gana, imponiendo cláusulas abusivas y sin asumir la parte de riesgo que le corresponde? Incluso en EEUU, cuando alguien no puede pagar la hipoteca, puede devolver las llaves al banco y liquidar así su deuda: ¿por qué en España el banco puede subastar el piso por un precio inferior al de la deuda, desahuciar a la familia que no puede afrontar el pago, y encima seguir cobrando a esta familia la deuda restante? ¿Por qué no se regula de una vez el mercado hipotecario para que esto no vuelva a pasar nunca más? ¿Por qué no se obliga a la banca a renegociar la deuda y renunciar a parte de sus intereses? ¿Por qué no hacer asumir a los bancos la crisis que ellos mismos han creado concediendo hipotecas impagables?
VdeVivienda considera inaceptable que el gobierno insista en proponer medidas y ayudas que benefician al sector inmobiliario y a la banca. Y sobre todo VdeVivienda exige cambiar de una vez por todas este modelo basado en hacer de las necesidades y derechos fundamentales un negocio. Un modelo que, no lo olvidemos, nos ha llevado a la crisis actual. Por ello VdeVivienda se sumará a la convocatoria que, bajo el lema “que la crisis la paguen los bancos”, se ha convocado para el próximo 15 de noviembre a las 17h en las principales plazas de todas las ciudades del estado español. En Barcelona, nos vemos en plaza Catalunya!
bcn.vdevivienda.net
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