El sindicalismo nacionalista ¿de izquierdas? muestra a las claras su carácter xenófobo anti-proletario
Los camaradas de la organización Tribuna Socialista (http://militantesocialista.blogspot.com/) han dado a conocer el pasado día 22 una noticia sobre una campaña de la CIG (la Confederación Intersindical Galega) de la que queremos hacernos eco.
La noticia, titulada “Trabajadores portugueses en Galicia: ejemplo de falta de perspectivas unitarias en el movimiento sindical internacional”, cuenta como la CIG va a desarrollar una campaña contra los trabajadores portugueses que se emplean en el sector de la construcción civil gallega cobrando salarios más bajos que los trabajadores gallegos.
Los trabajadores portugueses ganan menos y trabajan más horas. Pero, como se preguntan los camaradas portugueses: ¿por qué la CIG nunca ha dicho nada sobre esa explotación y lanza ahora la campaña, precisamente cuando la crisis inmobiliaria comienza a asolar al estado español? ¿Por qué razón los sindicatos galegos (y del resto del estado) y portugueses no aprovechan esta situación para denunciar conjuntamente la explotación de la mano de obra barata portuguesa y del creciente desempleo en el sector? ¿Por qué razón los sindicatos se comportan como una especie de corporaciones nacionales, ignorando cualquier tradición internacionalista, precisamente en un momento en que se dejan sentir las consecuencias de la globalización neoliberal?
Sería incluso graciosa la actitud de los nacionalistas “de izquierdas”. Si no fuera por la ola de racismo que asola España. Los obreros en vez de solidarizarse con el compañero inmigrante lo ven como un rival que le va a quitar el puesto de trabajo, como un delincuente. En lugar de verlo como a una víctima de gobiernos corruptos puestos por el capital extranjero a través de los estados-nacionales occidentales. Unos gobiernos cuyo objetivo es ayudar a las multinacionales a esquilmarles sus recursos, robarles la tierra para así adquirir las materias primas a bajo coste, y abusar de este panorama para pagarles sueldos ridículos, es decir tener mano de obra barata.
Ellos, los inmigrantes, para no morirse de hambre o no pasar calamidades huyen de esa situación, a trabajar de lo que sea. Como hicieron millones de españoles en el pasado. ¿O ya no se acuerdan de por qué en el Cono Sur se nos llama “gallegos”? Pero cuando llegan al mundo avanzado son víctimas de la crueldad del capital, ya que manteniéndoles ilegales contienen los sueldos, rebajando así los costes laborales y aumentando la plusvalía. En referencia a los legales, el españolito se olvida que hoy en día las pensiones (y la existencia misma de numerosos servicios) están aseguradas por la inmigración, que genera riqueza, pues produce y consume, y que de ningún modo “quita” el trabajo a nadie. Sólo hace falta echar un vistazo a las estadísticas para ver que los inmigrantes trabajan en lo que ningún “nativo” quiere, además del absurdo que es pensar que esos trabajadores legales determinan los bajos salarios (solo hace falta comparar el número de trabajadores españoles con el de inmigrantes para darse cuenta de eso). ¿No nos acordamos de que en los ochenta sin inmigrantes la tasa de paro era bastante más alta que la actual con inmigrantes? Por lo tanto no quitan trabajo. ¿Que son el sistema del capital para mantener los sueldos bajos? ¿Alguien en su sano juicio cree que la burguesía nos iba a hacer ricos si no hubiera inmigrantes? Los españoles se inflaban y se inflan a hacer horas extras. ¿Acaso la realización de horas extras no quita trabajo a otros?
Basta de hipocresía y de absurdos que sólo conducen a mantener a los proletarios bajo el yugo del capital. Cada vez está más claro para lo que sirven esos mamporreros nacionalistas. Para hacerle el juego al capital, a la espera de que las migajas les caigan a ellos.
Es vergonzoso ver como “florecen” esos engendros en el seno del sindicalismo. No sólo está la CIG. En otras “nacionalidades” surgen excrecencias como esa. En Euskadi, los nacionalistas “de izquierdas” se enfrentan a “enemigos” como un pobre asalariado que trabajaba en el peaje de una autopista. ¿Qué dice LAB del asesinato de un proletario? Que hay que solucionar el “conflicto vasco”. A los proletarios sólo nos interesa solucionar el conflicto que tenemos con el capital y sus estados (todos sus estados). En Castilla-La Mancha no hacen falta sindicatos nacionalistas. Ya se ocupan CCOO y UGT de lavarle la cara al capital haciendose fotos con los representantes de la burguesía agraria que explota a los inmigrantes. En Andalucía recientemente se ha formado el SAT bajo la égida de ese iluminado marcado por el maoísmo que ya es líder eterno de Marinaleda y de IU. Y con el apoyo de personajes tan despreciables como el conocido como “cacique” del departamento de Antropología de la universidad de Sevilla. Ese del que hasta el sociata Alfonso Guerra se rió cuando se atrevió a decir en un debate en la tele que los jornaleros andaluces y extremeños vivían de manera distinta su miseria porque sus identidades culturales y nacionales eran diferentes. Como si el sudor de los jornaleros fuera distinto cuando trabajan a destajo para el terrateniente.
Ya expresamos lo que opinamos sobre las políticas migratorias y la xenofobia que fomentan en un artículo anterior. Lo vergonzoso es que organizaciones compuestas por proletarios también fomenten esa misma xenofobia, en lugar de combatir la explotación capitalista, la única reponsable de que todos los trabajadores, los de Galicia, del resto del estado, de Portugal y del resto del mundo tengamos que soportar la miseria y la precariedad en nuestros trabajos y en nuestras vidas. Sólo esperamos que los proletarios tomemos buena nota y no nos dejemos engañar por estos lacayos de la burguesía.
DC-L
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