2. ¿Hacia la unión de las luchas?
(8 de Noviembre de 2007)
(8 de Noviembre de 2007)
Un número importante de movilizaciones están anunciadas en los días venideros. En primer lugar, la continuación de las movilizaciones en contra de la reforma de los regímenes especiales de retiro[1]. Los sindicatos de los trabajadores ferroviarios llaman a una huelga prorrogable a partir del 13 de noviembre. En el sector de la energía, una huelga prorrogable es prevista a partir del 14 de noviembre, al igual que en los transportes públicos de la región parisina. Los funcionarios, que protestan contra las supresiones de puestos y la congelación de los salarios, prevén un día de huelga y de manifestaciones el 20 de noviembre.
Al mismo tiempo, una huelga estudiantil se esta construyendo contra una reforma, llamada «Ley Pécresse»[2] o LRU, que plantea un nivel menor de intervención del Estado, causando un aumento de las desigualdades, y la bienvenida a los intereses privados en la Universidad publica. Uno de los lemas de los estudiantes es: «A aquellos que pretenden privatizar las facultades, los estudiantes respondemos: ¡RESISTENCIA!». Este movimiento esta enfrentando una represión importante: expulsión de estudiantes de varias universidades por la policía[3], cierres autoritarios de universidades para impedir que los estudiantes se reúnan y se movilicen.
Son diversas movilizaciones con causas comunes evidentes: política gubernamental en contra de los derechos sociales y de ataque contra los servicios públicos, e ingresos insuficientes para una proporción importante de la población.
Estos movimientos no deben ignorarse los unos a los otros. La unión es indispensable para lograr todas las reivindicaciones de los diferentes sectores en lucha, pero también para resolver las situaciones de los sectores que no están aun movilizados (inmigrantes, desempleados, trabajadores precarios,...).
Además de todo eso, el monarca-presidente Sarkozy, quien preside y gobierna a la vez, y cuya voluntad de omnipotencia solo puede ser comparada con su incapacidad a soportar la oposición[4], aumenta el carácter anti-democrático de las instituciones de la V republica[5]. Siendo testigos de movimientos estructurados en Asambleas Generales democráticas, ¡no se puede decir que la democracia esté al lado del poder![6]
Desde ahora mismo es indispensable unir las luchas, para construir una movilización unitaria, organizada democráticamente, que vaya más allá de la necesaria defensa frente a los ataques del gobierno, pero que exija también importantes medidas en favor de los humildes, de los más frágiles. Y si el poder actual persiste en entorpecer el camino del movimiento social hacia esos objetivos legítimos, las luchas tendrán que ir mas allá, oponiéndose directamente al poder si es necesario.
[1] Esta vez los sindicatos dicen que pueden continuar las huelgas mas allá de un solo día, como nosotros proponíamos en nuestro anterior artículo. Incluso ciertos sindicalistas hablan ya concretamente de que la huelga del 13 debería extenderse hasta el 20, con lo que se haría efectiva una unión de los huelguistas.
[2] Nombre de la ministra de educación superior (UMP)
[3] Esto fue lo que ocurrió el 7 de noviembre en las universidades de Nantes y de Paris-Tolbiac. Incluso en el referente simbólico del 68, la Sorbona.
[4] Véase el increíble comportamiento de Sarkozy con los pescadores, el 6 de noviembre, cuando perdió su auto-control hasta no poder ni hablar.
[5] Sarkozy no se olvida sin embargo de aumentar su salario ¡en un 140%!
[6] El oficialismo pretende que las movilizaciones no son democráticas porque se oponen a un gobierno electo por el 53 %... Según esa “lógica”, ¡toda contestación sería anti-democrática!
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